jueves, 13 de noviembre de 2008

Niños de la guerra, niños de la pobreza- Por Mariángeles Cantalapiedra

"Miles de crisis me azotaron; nunca hiciste nada por mí y, ¿ahora pides mi ayuda? Tómala, quizá mañana sea tarde"

Ayer volví a encontrarte en el camino. Te agarraste a mi corazón y juntos caminamos un tramo. De vez en cuando mirabas hacia arriba buscando mis ojos y aún nos estrechábamos más el uno al otro; si duda confiabas en mí. Quizá para volar a un oasis, quizá para que te alejara del espanto. Todo quizá, tal vez…

De pronto no te sentí, habías desaparecido. Miré al horizonte y no estabas. Miré hacia atrás y te vi tendido en la tierra. Corrí, pero ya era tarde; no respirabas, tu boca estaba seca, tus ojos aún miraban desorbitados, sin vida, planchados de terror. Barrunté tu miedo antes de que la noche te llevara, la soledad que palpaste al no encontrarme… Y mi corazón cayó desplomado.

No había hecho nada por ti.



MªÁngeles Cantalapiedra

No hay comentarios: